Los museos y el cine

Siento especial atracción por los museos y el cine. Son grandes espacios, frescos, silenciosos y generalmente despoblados, en los que puedes observar la belleza, sin distracciones. Claro que hay funciones que atraen multitudes, pero esa es la excepción. También es evidente que hay exposiciones mejores que otras. No todos los museos tienen cosas verdaderamente bellas, ni todas las cintas valen el boleto y el tiempo invertidos. Alguien que acostumbra ver cine sabe que aunque se programen cinco estrenos quizá sólo uno es arte. Del mismo modo, los visitantes de museos aprenden cuáles están llenos de hamparte. Pero es necesario ver de todo para formar el criterio, el error es parte del proceso. El engaño de la publicidad es parte del todo. En mi opinión, tanto las obras como las películas, si necesitan explicación, no son verdadero arte. Aunque reconozco que algunas piezas requieren de cierto contexto cultural específico. Daré un ejemplo. Es muy probable que hayas visto Jerry Maguire, esa cinta de 1996 en que Tom Cruise interpreta a un representante de deportistas y que hizo famosa la frase "SHOW ME THE MONEY". Recientemente la vi de nuevo y me doy cuenta que era muy joven cuando se estrenó, así que no pude valorarla correctamente porque mi experiencia de vida era casi nula. Verla ahora con 50 años encima es muy diferente. Para darle el justo valor tienes que haber hecho las cosas del modo que considerabas mejor y recibir el rechazo que emerge de tu entorno. Debes saber que de entre todos tus compañeros de trabajo quizá sólo tengas un amigo, pero lo normal sea no encontrar ninguno. Debes saber que esta sociedad ama a los mediocres y castiga a todo aquel que se aparta del rebaño. No lo digo de manera pesimista, los humanos somos así. Pero si nunca has tenido la experiencia, es difícil aceptar que somos tan fríos. Si eres demasiado joven, quizá no sea el momento para apreciar en su totalidad la fuerza de la película.  Quizá por eso una vez que pasas los 30, comienzas a creer en las segundas oportunidades y terminas convencido de que jamás es muy tarde para volver a empezar. Volviendo a los museos y el cine, sé muy bien que hay gente que no los disfruta. Pero quiero pensar que les hace falta una guía. ¿Qué tiene de interesante un peine de la época de Maximiliano en el castillo de Chapultepec? ¿Qué tiene de interesante ver la historia de una nave espacial que jamás ha sido construida? De todo se aprende algo. Quizá descubras que las ideas que tienes sobre el imperio mexicano son tan falsas como las expectativas que tienes del futuro intergaláctico. Cada objeto cuenta una historia y cada historia guarda un mundo. Cada cosa que ves en TV tiene un propósito. Creo que es más fácil descubrir el significado de las cosas y el sentido de la vida sentado en la oscuridad con aire acondicionado o caminando en amplios salones de paredes blancas y pisos de madera en los que rebota el sonido de tus pasos. Eso no quiere decir que no puedas tener una epifanía en el bosque, en la playa, en el desierto, en un meme o en la parada del autobús. Lo único que quiero decir es que el ARTE es un atajo. A través del arte, es más simple descubrir nuestra esencia y nuestra misión. No disfruto la ópera y el ballet me parece pesado, pero me sorprende una obra arquitectónica, una canción, una pintura, una escultura o un libro. Claro que cada cosa, con la compañía adecuada, en el lugar adecuado se disfruta más. Hay algo primitivo en el cine que recuerda a las reuniones nocturnas alrededor de la fogata y hay algo de antisocial en el vacío impoluto y silente de los museos. Cada uno debe encontrar su propio ser. Las moscas y las abejas son insectos voladores, pero son muy distintos. Las abejas andan con abejas y las moscas con las moscas. Ambas son felices siendo lo que son y cometerían un error queriendo ser otra cosa. Si lo tuyo son los tatuajes, lo lógico sería aprender a dibujar y después a tatuar. No encuentro sentido en ser el mejor consumidor de tatuajes.  lo mismo aplica para los coches, la ropa y cada cosa sobre la Tierra. También es cierto que para ser escritor, es necesario leer mucho. Los museos y el cine para mí son actos de terapia que me permiten observar mis defectos y mis virtudes y sentir placer. No espero más de ellos. La filosofía diría: Conócete a tí mismo. ¿Qué buscas tú en tus actividades?