miércoles, 18 de diciembre de 2024

Colorblind

 Hay gente que afirma: TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR. Hay otros que aseguran: SIEMPRE VENDRÁN TIEMPOS MEJORES.  Yo prefiero tomar ambas afirmaciones como verdades absolutas. Ver en ellas una contradicción es un tanto absurdo. Que el pasado haya sido mejor que el presente no es obstáculo para que vengan tiempos mejores. Obviamente es el presente el que paga el pato. Pero pasa tan de prisa que es difícil pelearse con él. Estoy consciente de que sólo vivimos en el presente, así que el pasado es sólo un recuerdo maquillado por la mañosa memoria que olvida lo que no le conviene, y el futuro es sólo una ilusión disfrazada de victoria por la tramposa esperanza. Sólo existe el AQUÍ Y AHORA y no podemos tomarlo, el AQUÍ Y AHORA  nos toma a nosotros. Por eso creo que tanto el pasado como el futuro son mejores. En el pasado puedes pasear seguro de no perderte y en el futuro puedes pintar lo que te dé la gana. 

Pero si te refieres al pasado como el pasado remoto de la humanidad, cuando vivíamos en tribus nómadas recolectando alimento, realmente creo que esa etapa es insuperable. Y si te refieres al futuro lejano en que todos los seres humanos alcanzan la iluminación o son extintos por la muerte del sol, sinceramente creo que será glorioso.

 Obviamente siempre caben preguntas rudas. Por ejemplo: ¿Es mejor ser un esclavo en la antigua Roma o uno que vive mañana en un buque en aguas internacionales? Cuando pensamos en un pasado o un futuro hipotéticos, siempre cabe la pregunta de qué personaje imaginamos ser en ese tiempo y lugar. La simple idea de comparar el pasado y el futuro es pura especulación. ¿Morir joven es mejor que morir viejo? ¿Morir de cáncer es mejor que morir en la guillotina? Todos vamos a morir así que en el futuro estaremos todos muertos. Eso es bueno. La muerte es tu mejor amigo. 

Pero si la cuestión es examinada en lo personal en nuestro tiempo de vida, la respuesta de cada individuo será diferente. Hay quienes recordamos nuestra infancia con cariño y hay quienes la recuerdan con miedo o angustia. Cada uno según su experiencia. Yo no encuentro excluyente que mi pasado haya sido mejor, de que vengan tiempos mejores. Por una parte, todo mi pasado ha sido mejor porque sigo aquí y le tengo cariño. En realidad no creo que exista un parámetro objetivo con el cual valorar cada etapa. Cuando pienso en mi pasado, pienso en él con el placer de ver las pruebas superadas y los logros alcanzados. Incluso cuando recuerdo una etapa dura o triste, me parece buena por la enseñanza que dejó. En contraste, el presente siempre parece un poco más abrumador, cabe la duda de si estoy haciendo poco o me estoy esforzando demasiado o si la ruta elegida será la más adecuada para lograr los objetivos por conseguir. Por otra parte, el futuro siempre traerá mejores cosas, serán mejores porque serán diferentes, serán las que corresponden a la nueva etapa y la claridad mental que tengo ahora nunca antes la tuve. Sé que habrá nuevas pruebas y nuevos retos, pero confío en mis capacidades y en la ayuda de Dios para seguir adelante y mejorar.  Lo más probable es que me siento agradecido por la vida que he llevado y que me siento confiado en que los cambios de rumbo que vienen serán benéficos. 

Abraham Echauri.


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